¿Por qué es peligroso el gas radón y cuando hay que hacer pruebas?

¿Por qué es peligroso el gas radón y cuando hay que hacer pruebas?

El gas radón proviene de la desintegración del uranio que se encuentra de forma natural al suelo, en especial a los graníticos. En su forma gaseosa, es incoloro, inodoro e insípido. Desde el subsuelo sube en el interior de los edificios a través de grietas, cañerías de agua, ventanas, muros perimetrales y paredes. También podría ser presente en materiales de construcción.

Este gas no presenta niveles altos de concentración al aire libre, pero tiende a acumularse en recintos cerrados que están en contacto con el suelo. Los espacios con más niveles potenciales de radón son las plantas bajas y las subterráneas.

La exposición prolongada al radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, y la primera causa en no fumadores. Todos los edificios contienen radón en concertaciones bajas, pero hay zonas geográficas en que por su geología es más probable encontrar edificios con niveles elevados.

La UE considera nociva para la salud una radiación superior a los 300 becquereles anuales, la unidad de medida de la actividad radiactiva. En Cataluña aproximadamente el 50% del territorio tiene potencial de tener altos niveles de gas radón. En las comarcas del Maresme, la Selva y parte de los Pirineos son las áreas que pueden tener más, y dónde es prioritario comprobar si hay niveles altos de gas radón.